Sony ha hecho público mediante un comunicado que está llevando a cabo negociaciones con Murata, una empresa japonesa de componentes, para vender su negocio de baterías. En el escrito no se hace ninguna referencia a los términos económicos de la compra, pero se sabe que el acuerdo definitivo podría llegar a mediados del mes de octubre y que la transferencia podría completarse a finales de marzo de 2017.
Como siempre, la operación está sujeta a que las autoridades antimonopolio den su visto bueno pero, de este modo, Sony podría reorganizar sus fondos dedicando recursos a otras divisiones más rentables (como la de videojuegos) ya que el acuerdo supondrá el traspaso del negocio de baterías de Sony Energy Devices Corporation, transfiriéndose toda la subsisidaria en Japón. Y es que, las operaciones relativas a esta área localizadas en China y Singapur y todos los activos y el personal asignado a la empresa de baterías en el grupo Sony así como en los centros de I+D ubicados en Japón y el resto del mundo.
La nipona opera este negocio desde 1975, habiendo sido la compañía en comercializar la primera batería de iones de litio en 1991 pero, dentro de la unidad que se verá afectada por este acuerdo, se incluyen además de las baterías USB, otros productos como pilas alcalinas, pilas de botón y moneda, proyectores móviles, sensores de imagen y muchos otros. Sin embargo, Sony detalla que algunas partes aún permanecerán en la empresa, aunque no han especificado cuáles.
Este movimiento se relaciona con la marcha que lleva la división móvil de la compañía en los últimos balances, debido en parte a una caída en la demanda de móviles en general. Se cree, además, que la también japonesa Murata está buscando crear nuevos modelos de negocio y planea ampliar su negocio a los terrenos de la automación, la salud y sobre todo en el mercado energético siendo este último campo en el que quieren centrar su desarrollo.
