El gobierno chino ha aprobado una nueva ley anti terrorista que permitirá a las autoridades exigir el acceso a los datos de usuarios que almacenan las empresas de tecnología. Teóricamente, para este acceso deberá existir un mandato gubernamental justificado por la lucha contra el terrorismo, y según la norma, las empresas deben ayudar a descifrar los datos en el caso de que estén codificados. El gobierno norteamericano ya ha criticado duramente la decisión de China y el propio Obama ha declarado que no cree que las empresas de tecnología estén dispuestas a ceder, aunque curiosamente la ley que acaba de aprobarse es muy similar a la “Patrioct Act” que se promulgo para luchar contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La nueva ley china no incluye dos exigencias que se rumoreaba incorporaría, como el mandato de que los datos de las empresas que ofrezcan servicios a ciudadanos chinos residiesen en el país, o la obligatoriedad de incluir una “puerta trasera” para el acceso a los datos cifrados. Según el gobierno chino, las empresas de tecnología extranjeras «no tendrán ningún problema y podrán seguir funcionando como hasta ahora».
Por otro lado, la ley incluye un segundo aspecto muy polémico ya que tiene que ver con los medios de comunicación, que tienen prohibido dar detalles de los actos de terrorismo que puedan incitar a imitación o a publicar escenas excesivamente crueles e inhumanas, lo que en definitiva significa que las autoridades tienen permiso para censurar cualquier dato o información que deseen ocultar bajo esta razón.