Viendo como la popularidad de sus televisores cae, Toshiba ha decidido cerrar sus tres fábricas y frenar la venta de estos dispositivos en latinoamérica sólo continuará en los mercados de México y Brasil. Toshiba no está pasando por su mejor momento y, teniendo en cuenta que las ventas de sus televisores han disminuido considerablemente en los mercados desarrollados de América del Norte y de Europa, por ello, la firma ha anunciado su intención de dar prioridad a los mercados emergentes de Asia, Oriente Medio y África.
La compañía busca, con la venta de sus fábricas en Indonesia, acabar con su producción en el extranjero de un sector de negocio deficitario. Ya ha vendido sus plantas de televisores en Polonia al fabricante taiwanés Compal Electronics, y también estudia deshacerse de sus fábricas en Egipto, donde está asociado con la empresa local El Araby, según detalló hoy el diario Nikkei. No olvidemos que Toshiba está sumergida en un grave caso de escándalo contable desde que, el pasado mes de julio, saliera a la luz que la compañía llevó a cabo una manipulación sistemática de sus cuentas durante los últimos 7 años.
Además, esta semana medios nipones adelantaron que Toshiba y Fujitsu planean fusionar sus ramas de ordenadores, junto con Vaio, con el fin de garantizar su supervivencia en un mercado vez más competitivo. Se estima que estas medidas de reestructuración de Toshiba supondrán el recorte de cientos de empleos.
