Hace un año los relojes inteligentes parecían el dispositivo de moda, parecía, incluso que con tiempo para mejorar y encontrar aplicaciones que les hiciesen realmente útiles, podrían convertirse en un dispositivo casi tan popular como los smartphones.
Sin embargo, las últimas cifras de la consultora IDC no muestran un avance en la popularidad de estos dispositivos sino todo lo contrario: el mercado de relojes inteligentes no sólo no crece sino que ha descendido nada menos que un 35 por ciento con respecto a las ventas de hace un año. Los analistas no saben con certeza si se trata de un bache ligado a la lentitud de los fabricantes en ofrecer novedades (no olvidemos que el Apple Watch tienen más de 17 meses de antigüedad) o sencillamente el público no está tan interesado en los smartwatch como se pensaba.
En este sentido, en el segundo trimestre de 2016, el total de relojes inteligentes vendidos es de sólo 3,5 millones en todo el mundo. Cifra que contrasta con los más de 330 millones de smartphones que se venden por trimestre y que, además, muestra un descenso en las ventas de este tipo de tecnología de un 32 por ciento respecto al mismo trimestre del año pasado. Consultoras como IDC preveían crecimientos de un 40 por ciento en el segmento de “wearables”, pero lo que vemos en el de los relojes inteligentes (que es sólo una parte del segmento en el que también hay pulseras y otros productos similares) es que los datos apuntan en la dirección contraria.
La caída más fuerte la sufre Apple, cuyas ventas han descendido un 55 por ciento. A pesar de ello, el Apple Watch sigue siendo el modelo más vendido del mercado con una gran diferencia. La compañía de Cook tenía una cuota de nada menos que un 72 por ciento del mercado con ventas de 3,6 millones de unidades y ha descendido hasta hasta 1,6 millones de relojes en el segundo trimestre de 2016. Esta bajada no ha supuesto, sin embargo, la pérdida de la posición para Apple que sigue siendo líder con una cuota de mercado del 47 por ciento.
En cuanto al resto de fabricantes, la mayoría muestra un crecimiento a pesar de la baja cifra de ventas: Samsung ha vendido 600.000 unidades de sus relojes, pero ha crecido un 51 por ciento lo que le permite ser la segunda del ranking con una cuota del 16 por ciento; Lenovo y LG también crecen de manera significativa y podrían dar la sorpresa con sus nuevas generaciones. Y es que, la clave de estos dispositivos es la independencia del smartphone. Si, como se espera, los nuevos productos son capaces de trabajar por separado y aumentan su autonomía, podrían convencer a muchos de los compradores indecisos y dar un giro a los datos que acabamos de mostrar.
De momento, estos relojes siguen siendo una extensión o complemento del móvil, lo que unido a su elevado precio, hace que el público general no se plantee comprar un dispositivo. Seguiremos atentos al avance del mercado con las nuevas generaciones.
