Apple destaca por su valor de marca y es que, la mayoría de los usuarios de sus productos dicen estar satisfechos con sus adquisiciones. Sin embargo, llama la atención que la multinacional estadounidense no solo seduce a los compradores satisfechos sino que además, mantiene la lealtad incluso de los que están insatisfechos y descontentos con sus dispositivos.
Así lo afirma un estudio realizado a 330 clientes insatisfechos con el Apple Watch (que quizá es el producto de Apple que menos está calando entre el público de los últimos años), del que se extrae que nada menos que un 40 por cien dicen tener intención de comprar la próxima versión cuando salga al mercado. Así, aunque muchos usuarios (el 80 por ciento) han abandonado el reloj porque “es muy lento”, porque “es un engorro cargarlo” o “porque las funcionalidades que ofrece son limitadas”, casi la mitad están dispuestos a comprar la nueva versión para darle una oportunidad.
El estudio, elaborado por Wristrly muestra algunos datos llamativos, además de la impresionante lealtad de los usuarios con Apple. Según el sondeo, el 55 por ciento de los encuestados intentaron llevar el reloj al menos dos semanas antes de abandonarlo, aunque un 17 por ciento ya sabían a los pocos días que el Apple Watch no estaba hecho para ellos.
Entre las razones que hace que se consideren insatisfechos encontramos algunos de los problemas propios del mundo smartwatch, las más comunes han sido que no encontraban valor en el reloj (un 89 por ciento), que las funcionalidades eran muy limitadas (un 80 por ciento) o que la batería no duraba lo suficiente (un 59 por cien). En cuanto a los errores específicos del Apple Watch son el gesto de muñeca necesario para que la pantalla se encendiese, o la dificultad de uso del reloj. Otros datos interesantes son que, la mitad de los que han abandonado el uso del reloj, sencillamente lo han dejado en un cajón, mientras que un 24 por ciento lo ha vendido y un 17 por ciento lo ha devuelto a Apple.
Este estudio supone no solo un toque de atención para Apple sino que, sin duda, es un toque de atención interesante para todos los fabricantes de relojes inteligentes, que todavía no han conseguido dar funcionalidades verdaderamente diferenciales a estos dispositivos, sobre todo cuando la mayoría exigen estar vinculados al smartphone y tener que llevarlo encima para funcionar.
