Reproducción de funciones de órganos humanos mediante una plataforma tecnológica

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Recrearán la piel de la manera más realista posible para estudiar sus afecciones y aumentar la seguridad de los productos de uso tópico y simularán en el laboratorio el proceso de metástasis en el cáncer de mama con muestras de las pacientes para lograr tratamientos según las características de cada una de ellas.

El proyecto europeo Moore4Medical se centra en la investigación y la aplicación de los avances tecnológicos al ámbito de la salud para lograr una medicina más personalizada y sostenible. Liderado por la empresa Philips, está formado por un equipo multidisciplinar de investigadores aragoneses y cuenta con la participación de 66 empresas, universidades e institutos de investigación de 12 países. Dotado con un presupuesto de 68 millones de euros, el proyecto responde a una de las líneas de actuación de la Unión Europea en la búsqueda de soluciones para los sistemas de salud.

Una de las líneas de investigación de este proyecto es el desarrollo y mejora de la tecnología organ-on-chip, con la que se simulan en el laboratorio funciones concretas de los órganos del ser humano de una manera mucho más precisa que la actual, y tratarán de avanzar en los modelos en el laboratorio para que reproduzcan mejor lo que realmente ocurre en los pacientes. Desde Aragón, participan en esta línea el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) y la empresa spin-off BEonChip.

Esta tecnología se está consolidando en todo el mundo como una alternativa eficaz a la experimentación animal y al cultivo tradicional en placas de Petri. Además, se espera que reduzca significativamente los costes de los medicamentos al disminuir los falsos positivos, que conllevan un sobrecoste en tiempo y dinero en el desarrollo de nuevos fármacos.

Moore4Medical unirá esfuerzos entre la industria de componentes y sistemas electrónicos y la industria farmacéutica

El proyecto Moore4Medical va a dar la posibilidad de unir esfuerzos entre la industria de componentes y sistemas electrónicos y la industria farmacéutica para ayudar a reducir las hospitalizaciones, desarrollar terapias personalizadas y mejorar las herramientas de diagnóstico. Además de la tecnología Organ on Chip, los equipos de investigación tratarán de avanzar en el desarrollo de dispositivos implantables, en la monitorización de la adherencia a tratamientos, en realizar intervenciones libres de radiaciones o en la nueva generación de ultrasonidos inteligentes.

El objetivo de Moore4Medical es crear una plataforma universal que haga posible el testeo automático de fármacos en condiciones lo más fisiológicas posibles y con la participación de diferentes órganos (body on chip). “Es la parte del proyecto europeo en la que hay más gente implicada”, explica Rosa Monge, CEO de Beonchip, quien añade que es “una tecnología nueva, pero es hacia donde se camina a la hora de hacer ensayos y es bueno empezar a crear estándares”.

La tecnología organ-on-chip simula en el laboratorio funciones concretas de los órganos del ser humano de una manera mucho más precisa que la actual.

Desde Beonchip recrearán, a través del organ-on-chip, el ambiente biomimético para la piel y estos modelos que se desarrollen serán validados biológicamente por los investigadores del I3A y del IIS Aragón. Es un paso más para evitar la experimentación animal, prohibida ya en la investigación de cosméticos.

 

Enfermedades de la piel y metástasis en cáncer

Parte de la labor de investigación aragonesa en el proyecto Moore4Medical se centrará en el estudio de la piel. Es uno de los órganos más importantes que tenemos por su función protectora frente a agentes externos y sus enfermedades, aunque habitualmente leves, ocupan el cuarto lugar en cuanto a coste económico para la sociedad.

Los investigadores del grupo TME Lab del I3A de la Universidad de Zaragoza y de la empresa Beonchip serán los encargados de recrear en el laboratorio las distintas capas de la piel (la epidermis y la dermis). Con estos modelos estudiarán afecciones como la psoriasis o la dermatitis atópica, algunos tipos de cáncer de piel (melanoma) y se analizarán compuestos farmacológicos y/o cosméticos sin necesidad de animales de experimentación.

La participación aragonesa además contempla otras líneas de trabajo como el desarrollo de un modelo que simule el proceso de metástasis en cáncer, poniendo el foco en el cáncer de mama. Este apartado está liderado por el grupo de Oncología Médica del Hospital Universitario Miguel Servet y el IIS Aragón. Aquí, los investigadores intentarán colocar las células de las pacientes con cáncer de mama en un dispositivo que simule cómo estas células tumorales se escapan hacia los vasos sanguíneos provocando la metástasis. De esta forma, en un futuro, se podría tener una herramienta que ayude a saber qué fármacos son eficaces para cada paciente y combatir así la propagación del cáncer a otros tejidos. 

Los investigadores intentarán colocar las células de las pacientes con cáncer de mama en un dispositivo que simule cómo estas células tumorales se escapan hacia los vasos sanguíneos provocando la metástasis.

El IIS Aragón utilizará la técnica organ-on-chip para el trabajo en cáncer de mama metastásico. El instituto de investigación proporcionará muestras de pacientes, ya sean tejidos o células tumorales. Con ese material se harán cultivos para establecer las características de esos tumores y si es posible predecir la sensibilidad a los tratamientos de quimioterapia, así como constatar los mecanismos de resistencia que pueden ofrecer a esos tratamientos. “Si vemos que realmente tiene una proyección adecuada, la técnica se trasladará a otros tipos de cáncer, como el de pulmón, el de páncreas o el melanoma”, apunta Antonio Antón, investigador principal del IIS Aragón en el proyecto y jefe de Oncología Médica del Hospital Universitario Miguel Servet.

Iñaki Ochoa, investigador del grupo TME Lab del I3A-Unizar, subraya, como uno de los puntos fuertes de Moore4Medical, “la colaboración público-privada para llevar a la realidad clínica algo que hasta ahora estaba en el laboratorio”.

Por su parte, el doctor Antonio Antón destaca que desde “el IIS Aragón daremos la visión clínica de la traslación del proyecto para que el paciente tenga un beneficio. Si las previsiones se cumplen, en un futuro cercano llegaremos a cumplir uno de los sueños del oncólogo: predecir qué sucederá con los tratamientos”.

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