Las reparaciones de y sustituciones de smartphones cada vez son un mayor problema para las empresas

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No es fácil encontrar cifras del número de smartphones de empresa que hay en nuestro país o del porcentaje de usuarios que usan un terminal que les proporciona su compañía (de manera exclusiva o además de su dispositivo personal); pero sí hay una cifra especialmente preocupante para las empresas, y es el coste que deben pagar por esos terminales, su mantenimiento y sus reparaciones. Según una encuesta realizada por el fabricante Cat (que crea smartphones robustos o adaptados al uso profesional), el 70 por ciento de los responsables de compras de dispositivos para empresas señala que los smartphones se dañan muy fácilmente, también hay un 70 por ciento de responsables de organizaciones que creen que gastan más que nunca en teléfonos de empresa y la mitad asegura que que la reparación y el reemplazo de smartphones es un problema creciente en su negocio.

Smartphones de lujo, ¿un lujo que las empresas no se pueden permitir?

Es natural que los empleados estén encantados con tener el último teléfono de Apple, Samsung, Google, LG, Huawei… El problema es que la tendencia a hacerlos más lujosos con construcción en cristal y metal, con grandísimas pantallas sin marcos y con diseños ultra delgados hace que sean también muy frágiles para los profesionales; que además suelen tener menos precauciones y cuidados cuando se trata del móvil de empresa que cuando es el teléfono personal. Por si fuera poco, muchos de estos teléfonos de gama alta son muy difíciles y caros de reparar, ya que usan componentes muy caros como pantallas OLED laminadas que exigen el cambio de cristal y pantalla si hay una rotura (reparación que cuesta entre 150 y 360 euros), y cuentan con traseras de cristal que son también mucho más frágiles que las de policarbonato (que apenas se usa ya en smartphones) o el aluminio (que da un tacto muy agradable pero se raya y abolla con relativa facilidad).

El estudio es en parte “interesado” porque lo impulsa una compañía, Cat, que fabrica precisamente smartphones resistentes, además de ofrecer otras prestaciones especiales para determinados sectores como cámaras infrarrojas para detectar la temperatura de objetos, o sistemas para tomar medidas precisas que se necesitan en terrenos como la ingeniería o la construcción.

Según el estudio publicado por Cat phones, la presencia de dispositivos robustos es cada vez más importante en el entorno laboral, por el aumento de costes y la pérdida de productividad que supone la adquisición de teléfonos estándar, que son demasiado frágiles para un uso intensivo laboral, así como a causa de lo costosas que son sus reparaciones y los numerosos reemplazos que acaban requiriendo.

El 69% de los empresarios siente que los teléfonos se dañan fácilmente

Según la encuesta, realizada a los responsables de compra de teléfonos móviles en 497 empresas europeas, el 69% de los usuarios siente que los teléfonos se dañan fácilmente. El 69% también piensa que están gastando más dinero que nunca en teléfonos de empresa. De hecho, más de la mitad de los encuestados dicen que la reparación y el reemplazo de dispositivos dañados es un problema creciente en su negocio.

El 99% de los compradores de teléfonos de empresa ha tenido que lidiar con daños en los teléfonos de su compañía en los últimos tres años, y el 86% dice que se han producido daños lo suficientemente significativos como para requerir reparación o reemplazo del dispositivo de un empleado. Las causas comunes que hacen que un teléfono quede inoperativo temporalmente son: la rotura de la pantalla (62%), la rotura física del propio teléfono (47%), daños producidos por el agua (44%) y fallos causados por la entrada de polvo o arena en el dispositivo (21%).

La productividad también se ve afectada cuando los empleados trabajan sin teléfono móvil mientras el suyo se repara o reemplaza. El 31% de las empresas han reportado un gran impacto en la productividad y un 40% más hablan de un impacto notable de la productividad por esta situación (71% de empresas afectadas en general). Esto se ve agravado por los tiempos de reparación. Solo el 21% afirma que las reparaciones duran un día hábil, mientras que la mayoría (63%) apunta que las reparaciones pueden durar desde dos días hasta una semana laboral. Un 16% ha visto que algunas reparaciones incluso llevan más tiempo.

Hasta 650 euros de coste por reparar un smartphone

Una investigación llevada a cabo por los principales analistas de comunicaciones móviles, CCS Insight, indica que a uno de cada tres consumidores europeos se le ha roto la pantalla de su smartphone en los últimos tres años. Reemplazar una pantalla rota en un teléfono inteligente de gama alta sin seguro no es barato. Por ejemplo, la reparación de la pantalla en los teléfonos inteligentes más nuevos puede costar entre 150 y 360 euros, mientras que otras reparaciones importantes como daños producidos por líquidos o agua, o arreglar botones rotos, podrían costar hasta 650 euros.

En un contexto empresarial, donde los compradores adquieren múltiples dispositivos para el desarrollo de su actividad laboral, estos costes aumentan rápidamente. Incluso con las economías de escala asociadas a los contratos de servicios de empresa, los encargados de comprar los teléfonos de empresa informaron que gastaron hasta 342 euros por reparar un dispositivo.

Ben Wood, jefe de investigadores de CCS Insight, asegura que La fragilidad de los teléfonos inteligentes modernos se ha convertido en un problema real. No es sorprendente que las empresas estén buscando dispositivos más resistentes, viendo los costes asociados con la reparación de teléfonos y el impacto en la productividad cada vez que se rompe un dispositivo».

Así, la durabilidad del dispositivo se ha convertido en una de las principales consideraciones a tener en cuenta por los departamentos de IT y los encargados de la compra de los teléfonos móviles en las empresas, además consideraciones habituales como la conectividad, la seguridad y la propia productividad del dispositivo y las aplicaciones que se van a emplear.

El 44 por ciento de las empresas dispuestas a cambiar a un dispositivo robusto

Evidentemente, la mayor reticencia de las empresas puede tener que ver con el rechazo del empleado a usar un dispositivo que quizá no es tan atractivo estéticamente como los móviles de gama alta para el mercado de consumo o generalista. Sin embargo, casi la mitad de las organizaciones europeas se están planteando cambiar a terminales mejor adaptados a sus necesidades. El 44% de las empresas, según Cat, está considerando reemplazar su cartera actual por dispositivos resistentes, mientras que un 8% asegura que ya la tiene. Los dispositivos resistentes están por ello en rápido crecimiento y un 21% de los departamentos encargados de la compra de dispositivos de empresa, indican que están considerando adquirir este tipo de terminales durante el próximo año 12 meses.

Por ejemplo, Riccardo Ferree Drago, dueño de la compañía Drago Fleet, que realiza entregas urgentes para Amazon, asegura que los móviles de los empleados se caen a diario y necesitan tener una autonomía que soporte intensas jornadas de trabajo. Este empresario usa móviles Cat que califica de “indestructibles” y asegura que la garantía les permite no tener pesadillas como las que suponen los costes de reparación de un teléfono normal. »

Smartphones con reparaciones más económicas y vida útil más larga, la demanda de las organizaciones

Hace algunos años, cuando el avance de los smartphones podría considerarse más rápido, los usuarios sentían la necesidad de reemplazar su terminal cada una o dos temporadas. Sin embargo, a día de hoy muchos se preguntan si realmente necesitan una pantalla más grande, tener tres cámaras o más velocidad de conexión, cuando no hay aplicaciones que justifiquen o aporten una diferencia importante, y más cuando los precios de los terminales de gama alta siguen ascendiendo a cifras cada vez más lejos del bolsillo medio. Además, como explica el estudio de Cat, las reparaciones costosas o los reemplazos frecuentes hacen que el dinero que tienen que gastar los clientes durante la vida útil de su dispositivo se vea multiplicado respecto del precio de compra inicial. Según un estudio de CSS, en Europa occidental, los usuarios mantienen sus teléfonos durante una media de 40 meses. Puesto que es probable que un dispositivo deba ser reparado en algún momento de su vida útil, el coste total del teléfono puede aumentar de forma significativa. Así, las expectativas sobre un teléfono móvil son altas y los ciclos de vida de los dispositivos se están alargando, algo también motivado por las circunstancias económicas.

Por ello, es lógico que las empresas (y también los usuarios) empiecen a mirar hacia dispositivos más resistentes. Según Cat, uno de sus clientes en Alemania, asegura que, de un total de más de 1.000 móviles de Cat que usa en su empresa, un 83% todavía funciona y solo el 4% ha necesitado ir al servicio de reparaciones».

Consumo más responsable, menos lujo y más utilidad

En cualquier caso, la llamada no es sólo para las empresas y los terminales que dan a sus empleados; sino para toda una industria que tiene que replantearse la racionalidad de ir a dispositivos cada año más lujosos, más delicados y más caros en un entorno en el que los usuarios valoran cada día más el consumo responsable y la utilidad frente a al símbolo de estatus o las prestaciones que proporcionan los móviles de gama más alta. Algunas marcas lo han entendido, pero es hora quizá de que lo entiendan los grandes de la industria.

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Periodista especializado con más de 18 años de experiencia en tecnología. He sido director de publicaciones como Macworld (dedicada al mundo Apple) o TechStyle (dedicada a electrónica de consumo) y después he trabajado con TICbeat.com como responsable de desarrollo de producto, como Chief Content Officer en GlobbTV y es editor de Tech4Fun (http://tech4fun.es).

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