Microsoft ha anunciado que amplía el período de soporte a procesadores Skylake de Intel en equipos basados en Windows siete y Windows 8.1 del 17 de julio de 2017 al 17 de julio de 2018. A partir de esta fecha, los de Redmond sólo lanzarían actualizaciones críticas y fundamentales para equipos con dichos procesadores y sistemas operativos.
Tras las múltiples críticas recibidas, Microsoft parece haber reflexionado y ha dado marcha atrás: continúa con la idea de limitar el apoyo a estos procesadores pero extiende la fecha a julio de 2018, es decir, un año más tarde de la que fijaron inicialmente. Según ha afirmado la propia empresa esta decisión se basa en “las informaciones y opiniones qué han recibido de sus propios clientes”. Por ello, los usuarios que tengan CPU Skylake no recibirán más actualizaciones de compatibilidad, fiabilidad o seguridad a partir de julio de 2018. Microsoft quiere evitar a toda costa evitar la fragmentación del ecosistema Windows por lo que a partir de esta fecha, la única solución será cambiar a Windows 10, que será el único sistema operativo con soporte completo para los procesadores Skylake.
Sin embargo, tal y como aclaramos en enero, la decisión de Microsoft no significa que no se pueda seguir usando Windows 7 o Windows 8.1, pero no se tendrán garantías con equipos modernos. Por ello, para asegurar la compatibilidad y soporte con sistemas anteriores a Windows 10 como Windows 7 o Windows 8.1. es posible que, se tengan que adquirir máquinas con hardware antiguo. Os recordamos, también que Windows 7 seguirá estando soportado hasta el 14 de enero de 2020, y Windows 8.1 hasta el 10 de enero de 2023 pero esto solo cubre actualizaciones de seguridad o parches importantes, nada de mejoras.