Una migración a la nube es más que un mero traslado de servidores y puede ser utilizada por las empresas para hacer de su TI el centro de la innovación. Para lograrlo, las compañías deben reconcebir y realinear todo su panorama de TI, desde la cartera de aplicaciones, los procesos y las herramientas hasta el modelo operativo y la asignación de funciones.
Muchas empresas migran su entorno de aplicaciones a la nube de Amazon Web Services (AWS) para aumentar considerablemente la agilidad de sus procesos de TI y la contribución de la TI al negocio. Las primeras aplicaciones migradas suelen provocar desilusión: si la migración a la nube se reduce a la migración de servidores, se queda uno estancado en los viejos patrones de comportamiento y solo aprovecha de forma limitada las ventajas que ofrece este entorno.
Las razones radican en la naturaleza de la TI en las compañías. Los sistemas informáticos existentes suelen ser heredados, y pasan años hasta que son sustituidos o renovados. Algunos de estos sistemas tienen la misma funcionalidad o se solapan, por ejemplo, como resultado de fusiones y adquisiciones históricas. A lo largo de los años se han introducido sucesivamente diversos lenguajes de programación, así como tecnologías web, middleware y de bases de datos. Los procesos y herramientas de desarrollo, instalación y funcionamiento varían en función del sistema e incluyen muchos pasos manuales. Un pequeño equipo, a menudo una sola persona, es responsable de los componentes individuales y de los pasos del proceso y aglutina todo el conocimiento al respecto.
Lo anterior frente a lo nuevo
Aquí es donde debe comenzar una migración a la nube. Si el proyecto de migración se utiliza para modernizar la TI de la empresa, se pueden eliminar sucesivamente las cargas y restricciones históricas.
La transformación de la organización de TI puede lograrse en las siguientes áreas:
- Cartera de aplicaciones: Un proyecto de migración puede iniciar la eliminación de aplicaciones obsoletas y no estratégicas. Por ejemplo, la adquisición de una nueva aplicación puede negociarse con los proveedores de software a través de otros canales, por ejemplo, a modo de software como servicio, al igual que la instalación de una versión en la nube. En el caso de las aplicaciones desarrolladas internamente, la consolidación de las tecnologías utilizadas puede reducir considerablemente el número de variantes en funcionamiento. Los conocimientos sobre las aplicaciones y los procesos se estandarizan y se distribuyen entre un mayor número de empleados para desvincular las funciones de TI de personas concretas. En el caso de las aplicaciones con cuellos de botella históricos en su capacidad, un rediseño puede prever la separación de capas individuales de la arquitectura para mejorar la escalabilidad o la introducción de un amortiguador para absorber temporalmente los picos de carga. De este modo, la migración puede ayudar a alinear mejor la cartera de aplicaciones con las necesidades empresariales y establecer patrones de diseño uniformes en la nube de AWS que puedan utilizarse para el mayor número posible de aplicaciones.
- Procesos y herramientas de TI: La modernización en este ámbito puede ayudar a dominar la diversidad de variantes en la disponibilidad de TI dentro la compañía. Se definen normas mínimas uniformes para la construcción, el suministro y el funcionamiento de las aplicaciones en la nube de AWS. Con la migración de cada aplicación, se completa el cambio de las antiguas herramientas a los nuevos estándares. Los mecanismos de control pueden supervisar el cumplimiento de las normas y desmantelar automáticamente los recursos no conformes en la nube de AWS. Por tanto, los casos especiales y las desviaciones de las normas solo tienen lugar tras una aprobación previa y el control sobre el desarrollo posterior de los estándares puede transferirse a un equipo del Centro de Excelencia en la Nube.
- Modelo operativo de TI: El establecimiento de nuevos estándares mínimos para los procesos de suministro de TI también sienta las bases para la modernización del modelo operativo. En el caso de las aplicaciones adquiridas comercialmente, por ejemplo, es posible trabajar con los proveedores de software para automatizar el proceso de instalación y reducir el tiempo de interrupción. Para el desarrollo interno con una alta frecuencia de lanzamientos, los equipos de aplicaciones pueden adquirir sucesivamente responsabilidades de procesos cruzados en la dirección de los DevOps. Aumentando el grado de automatización y utilizando las mejores prácticas de la infraestructura como código, la agilidad de los equipos de aplicaciones puede aumentar considerablemente.
- Modelo de roles y habilidades: Las responsabilidades y las funciones de los empleados pueden reasignarse durante la migración a la nube de AWS. Con las primeras migraciones, se establecen las mejores prácticas en las disciplinas individuales, así como en un equipo, de acuerdo con el nuevo modelo de roles. Con las sucesivas migraciones, los empleados recién incorporados al proyecto se basan en las mejores prácticas establecidas, adquieren nuevas habilidades profesionales y experiencia de primera mano, y pasan a desempeñar nuevas funciones en la nube. Para los empleados, el proyecto de migración a la nube se convierte en un entorno de formación y experimentación con las nuevas tecnologías de AWS.
La planificación representa la mitad del camino
Una migración a la nube, que tiene como objetivo una transformación en las áreas mencionadas, debe formular los objetivos de modernización desde el principio y planificar su implementación. De este modo, se puede evitar que la migración replique en la nube los viejos patrones de comportamiento y los denominados «pasivos heredados» o «deuda técnica» de la TI corporativa sin control. El proyecto de migración se basa sistemáticamente en las ventajas de la nube de AWS y crea una plataforma para la gestión del cambio en la TI corporativa, aplicación por aplicación.
