Estaba claro que más pronto que tarde se iba a producir una reacción del gobierno chino por el veto de EEUU a Huawei y otras compañías chinas. A través de un portavoz del Ministerio de Comercio chino se ha hecho público que el país va a crear una lista de empresas no fiables que “violen las reglas del mercado, que puedan dañar de manera notable los intereses legítimos de las empresas chinas”, las empresas de esta lista (que por lo abierto de la descripción podría ser cualquiera que quiera el gobierno) sufrirán distintos tipos de sanciones o vetos, aunque no está claro qué tipo de medidas tomará el país asiático. Se entiende que esta medida va dirigida a contraatacar a las empresas norteamericanas que han cesado de comerciar con compañías como Huawei por el veto impuesto por Donald Trump como Intel, Google, Qualcomm o ARM.
Materias primas: el arma añadida de China
Además de vetar a las empresas que el gobierno considere incluir en esta lista negra, distintas fuentes internacionales aseguran que China podría bloquear el suministro de materias primas que son necesarias para la producción de componentes tecnológicos: elementos clasificados como tierras raras. materiales como el neodimio, que se emplea para fabricar imanes, se producen fundamentalmente en China, aunque Estados Unidos podría contar con otros suministradores como México.
Las medidas de respuesta de China parecen no haber afectado de momento de manera significativa a empresas como Apple, que están en el punto de mira de esta guerra comercial, aunque la compañía de Tim Cook ha descendido ligeramente su cotización tras la noticia de la “lista negra” del gobierno de Xi Jinping.
Como casi todos los expertos explican, el enfrentamiento es una situación en la que ambas partes tienen mucho que perder aunque hay compañías como Huawei que pueden tener un futuro muy poco halagüeño: la compañía ha reconocido que las noticias de la imposibilidad de vender móviles con el Android de Google han hecho caer sus ventas de smartphones muy fuertemente aunque se han estabilizado posteriormente. La clave es si Huawei, a pesar de tener productos muy reconocidos, puede mantenerse con un sistema operativo propio algo que no ha conseguido ningún fabricante excepto Apple.
