La Comisión Europea (CE) ya tiene veredicto para la investigación que comenzó hace un año para comprobar si Google abusaba de su posición obligando a los fabricantes de teléfonos Android a instalar algunos de sus servicios, como su buscador y su navegador Chrome, de forma predeterminada.
Tal y como se esperaba, la Comisión ha presentado cargos formales contra el buscador al considerar que no cumple las leyes antimonopolio comunitarias y que «abusa de su posición dominante imponiendo restricciones a fabricantes dispositivos Android y a operadores móviles”. Según defiende el estudio llevado a cabo por el organismo, Google no respeta las leyes anticompetencia y ha implementado una estrategia en los dispositivos móviles “para preservar y fortalecer su dominio de la búsqueda en Internet en general». Google obliga a instalar por defecto Google Search en terminales Android de forma que impide el progreso de otros buscadores y no permite elegir al usuario.
Además, la Comisión explica que el gigante estadounidense impide que los fabricantes utilicen sistemas operativos de la competencia basados en el código de Android y que, incluso ofrece «incentivos económicos» a los fabricantes y a las operadoras a cambio de que preinstalen Google Search en sus dispositivos. Por tanto, la Comisión concluye que estas prácticas podrían «afectar a la posibilidad de otros navegadores móviles para competir con Google Chrome», y perjudicar a la competencia de sistemas operativos.
Una vez hechas públicas las conclusiones de la investigación, Google tiene derecho a presentar alegaciones ya que la Comisión no tomará ninguna decisión hasta haber escuchado a todas las partes. Pero, si después de haberlos escuchado siguen considerando culpable a Google, el gigante tecnológico podría pagar una multa de cientos de millones de euros.