Los últimos datos cotejados de Morgan Stanley a partir de sus encuestas Alphawise muestra una profunda bajada en las ventas de iPhones, hoy por hoy el principal foco de ingresos para la compañía, para el próximo trimestre. El debate está servido pues, aunque, durante el pasado trimestre, Apple volvió a batir su récord de ventas de smartphones con una cifra de 74,8 millones de terminales, (ligeramente superior a los 74,5 que había conseguido el año anterior), pero, por primera vez, el fabricante sufrirá un trimestre con un descenso de ventas interanual. Las ventas de Apple rondarán los 49 millones de terminales a pesar de que sus previsiones eran de 52 millones de unidades.
Aunque, como decimos, tan solo se trata de una aproximación en base a diferentes estudios de mercado, pondría aún más en relieve la decadencia de las ventas de Apple. La compañía de Cook no parece preocupada por las cifras: aseguran que su negocio no es el volumen sino ser rentable y conseguir la satisfacción de sus clientes. Así pues, todas las miradas están puestas en el iPhone 7 y en la presentación del iPhone SE que tendrá lugar el 21 de marzo. Este terminal podría transformar los resultados y la estrategia de la firma en mercados emergentes como la India y o China ya que, según se apunta, saldrá a un precio inferior al de cualquier generación del smartphones de Apple.
Sin embargo, el grueso de las ventas del iPhone SE se prevé para el próximo trimestre, que termina en junio, lo que explica los niveles de fabricación de unos 40 millones de iPhone que se esperan para los trimestres segundo y tercero del año fiscal de la compañía. Lo que parece claro es que Apple muestra su primer signo de desgaste y, aunque la clave de la empresa no sea el volumen de ventas, todo el sector mirará con lupa la acogida del próximo iPhone SE que se espera con impaciencia.
