A pesar de que las cifras de ventas de los PC tradicionales van en descenso desde el año 2011, los fabricantes han ido buscando fórmulas para renovar el interés o mejorar sus dispositivos y animar a los usuarios a renovar sus máquinas. Entre los ejemplos que se dan al respecto están los ordenadores para juegos, las tabletas 2 en 1, los convertibles o desplegables o elementos como los trackpad que integran una pantalla táctil, o las pantallas secundarias de ordenadores como los MacBook Pro de Apple. Y hoy, precisamente, se ha hecho pública una patente de Apple que muestra que la compañía de Tim Cook podría estar preparando un elemento mucho más atrevido que la “Touch Bar” (la pequeña pantalla táctil de la parte superior del teclado) que consiste en una pantalla táctil que será capaz de replicar el tacto de un teclado.
La clave de esta pantalla y teclado al tiempo es que tendría una superficie flexible y bajo ella estarían mecanismos similares a los que usan sus teclados, para ofrecer una retroalimentación táctil similar a la de un teclado normal. Cuando la superficie se usa como pantalla ésta se mantiene plana; pero cuando se quiere teclear, el mecanismo inferior puede hacer que las teclas adquieran relieve como en un teclado normal. Desde luego, la descripción suena a una combinación mágica ya que de este modo el portátil gana una segunda pantalla táctil que puede ser útil para dibujar o para contar con una interfaz a medida para cada aplicación, al tiempo que se conserva el teclado “tradicional” que sigue siendo el elemento más práctico para escribir, a pesar de que los teclados en pantalla han ido mejorando mucho en los últimos años.
Esta patente no es la única que Apple ha ido presentando en este sentido, y desde hace años se han visto ideas similares en la compañía de Tim Cook. Algunas de ellas como el trackpad “háptico” (que ofrece un tacto similar al de un trackpad mecánico) o la segunda pantalla de los MacBook Pro son ya una realidad; pero está por ver si Apple se atreve con un concepto tan arriesgado y sobre todo un elemento que puede encarecer mucho sus productos sin que después aporte una ventaja muy diferencial.
En el caso de la Touch Bar (la pantalla secundaria de los MacBook Pro), es un elemento que encarece el portátil y que aporta ventajas solo en las aplicaciones optimizadas para ella, o que no es tan distinta de una fila de botones de función como tienen los modelos convencionales.
