Tan sólo han pasado unos días desde que haya finalizado oficialmente el soporte de actualizaciones y parches de Microsoft para Windows 7; pero algunos están sufriendo las primeras consecuencias negativas de no haber actualizado antes a Windows 10. Hoy se ha sabido que el gobierno alemán va a tener que gastarse unos 800.000 euros en el mantenimiento de unos 33.000 ordenadores de su infraestructura que todavía usan Windows 7. Y es que para asegurar su flota de ordenadores sin actualizar, el gobierno está solicitando una inversión de estos 800.00 euros para mantener los equipos, según explica el diario Handelsblatt.
Por si fuera poco, el gobierno alemán, debido a su estructura descentralizada (como sucede en nuestro país) no tiene una forma sencilla de contabilizar el número de ordenadores que pueden estar sin actualizar. Esta falta de transparencia también tiene relación con el hecho de que determinados departamentos sensibles de las administraciones, como los que tienen que ver con defensa o inteligencia, son reacios a dar información sobre su infraestructura y a seguir las directrices de un IT centralizado, que tampoco existe en Alemania; pero es una de las reclamaciones que se hace al gobierno.
Algunos grupos parlamentarios como el de los Verdes han acusado de negligencia al gobierno por encontrarse con este problema, cuando el fin del soporte para Windows 7 se conoce desde hace años y se ha venido avisando desde hace meses por parte de Microsoft.
