Intel ha presentado hoy su séptima generación de procesadores Intel Core, apodada “Kaby Lake”, que sustituye a los actuales chips de sexta generación o Skylake que salieron al mercado en 2015. Esta nueva gama de CPUs está destinada a experiencias multimedia relacionadas con la realidad virtual, la resolución 4K, los vídeos de 360 grados, pero no supone un cambio de arquitectura ni exige nuevos chipsets ya que se siguen fabricando con proceso de 14 nanómetros.
Se trata de la tercera generación de procesadores Intel Core fabricados con tecnología de 14 nanómetros, tras Broadwell y Skylake, la reducción a la fabricación de 10 nanómetros llegará en la próxima generación “Cannonlake” que se espera para 2017. Esta nueva generación mejora el rendimiento de los transistores un 12 por ciento y aumenta la velocidad de la anterior generación entre un 12 y un 19 por ciento de manera que en términos de rendimiento no van a marcar una diferencia muy perceptible.
Así, los nuevos Intel Core de séptima generación son una revisión y mejora de los chipsets actuales siendo hasta diez veces más eficaces que los Intel Core originales, mientras que la pasada generación era sólo ocho veces superior en este aspecto (Intel cita, por ejemplo, que los nuevos chipsets pueden triplicar la autonomía de un ordenador en la reproducción de películas 4K).
Como ya es habitual, Intel ha presentado los procesadores de entrada y bajo consumo pensados para portátiles ligeros, tabletas y 2 en 1 conocidos como modelos “móviles” como los Core M3, de doble núcleo, se completa con los Core i5 e i7, que ya están disponibles. En enero se espera presenten las versiones para ordenadores y servidores.
Además, se apunta a que esta renovación podría hacer que Apple actualice, por fin, todas sus familias de ordenadores portátiles y de sobremesa, en los que la empresa de Cook no ha querido utilizar la sexta generación de procesadores de Intel, Skylake. Veremos la séptima generación de Intel Core Kaby Lake este otoño.
