Una de cosas que hacen que muchos usuarios opten por no tener impresora en casa es sin duda el precio de los cartuchos, que en los modelos domésticos es a veces tan elevado que, si eres de los que imprimen muy de cuando en cuando, casi merece la pena cambiar de impresora cuando se acaba la tinta. Algunos estudios han revelado como el precio de la tinta de impresora es irracionalmente elevado (dejando un lado la inversión que hay que hacer en su desarrollo), y muchos consumidores se decantan por los cartuchos genéricos o rellenados, que suelen imprimir con menos calidad y pueden dar problemas con la impresora. Por eso Epson ha querido dar un golpe de mano con su línea de impresoras de inyección, llamadas EcoTank, en las que los tanques de tinta se rellenan con una botella directamente y cuyos cartuchos pueden durarte hasta dos años.
Por supuesto, la desventaja se encuentra en que las nuevas impresoras son más caras que las “normales” y los modelos de esta serie cuestan entre los 379 dólares en EEUU del modelo para el hogar más sencillo hasta los 1.200 dólares que costará la impresora WorkForce Pro WF-R4640 EcoTank All-in-One destinada a pequeñas empresas. El cambio radical en lo tecnológico se encuentra en que Epson ha desarrollado nuevos cabezales de impresión mecánicos en lugar de los cabezales térmicos usados habitualmente. Esto hace que los contenedores de tinta puedan estar fuera de los cabezales (en estas impresoras están a un lado de la máquina) y puedan funcionar durante años sin obstruirse (algo muy habitual en las impresoras cuando se utilizan de manera muy esporádica).
En nuestro país, Epson tiene a la vengados modelos: el multifunción para pequeñas empresas EcoTank L 555 que con cada conjunto de botellas puede imprimir hasta 4.000 páginas en negro y 6.500 páginas en color, y que tiene un precio de 352 euros; y el modelo L 355 que es también multifunción aunque sin alimentador de documentos, con prestaciones similares en cuanto a número de páginas y que cuesta 252 euros.
Las impresoras incluyen grandes depósitos de tinta que Epson llama «súper tanques» y que vienen cargados de tinta. Según el fabricante, en función del uso, estos depósitos pueden durar hasta dos años ya que equivalen, dependiendo del modelo, a 20 cartuchos de tinta y cuando se acabe uno, tan sólo debes rellenarlo con una botella mucho más barata que los habituales cartuchos.
Por otro lado, no son todo ventajas ya que las tintas en estos modelos están basadas en colorantes y no son resistentes al agua como las de los modelos convencionales basados en pigmentos, aunque la calidad de impresión sí es la misma o al menos equivalente. Desde luego, lo que es una pena es que estas impresoras lleguen cuando muchos directamente han perdido la costumbre de imprimir sus fotos o documentos.
