Los coches propulsados con motor de combustión podrían tener los días contados en Europa y especialmente el Alemania, ya que el Bundesrat, el Consejo Federal, ha aprobado una resolución que conlleva la prohibición de la venta de vehículos con motores diésel y gasolina a partir de 2030.
Asimismo, de acuerdo con la información de Der Spiegel, el Bundesrat ha emitido una propuesta a la Unión Europea para instar a la Unión Europea a «evaluar la eficacia de las actuales prácticas fiscales y la contribución de los Estados en la promoción de la movilidad cero emisiones». No olvidemos que, tras el escándalo de Volkswagen, la sociedad alemana y su gobierno parecen decididos a reducir de las emisiones contaminantes acordada en el primer pacto mundial sobre el clima, el rubricado en la conferencia de París en diciembre de 2015.
En este sentido, el ejecutivo alemán está dando importantes incentivos para el uso de vehículos no contaminantes y ha aprobado una resolución con la que directamente podrían prohibir los vehículos de combustión interna para el año 2030. La resolución no es vinculante más allá de Alemania, pero, como decimos, el Bundesrat intentará que ésta medida sea estudiada en la Comisión Europea con lo que el mercado y la industria del automóvil podría variar en los próximos años.
Además de esta propuesta, el Bundesrat quiere que la Comisión Europea revise las políticas de impuestos para favorecer el estímulo de la movilidad sin emisiones. Estas medidas podrían suponer mayores incentivos para la compra de vehículos eléctricos o la eliminación de las rebajas de los impuestos para los vehículos diesel en todo el territorio de la Unión.
Si esto se une a nuevos incentivos para la adquisición de vehículos sin emisiones, las mejoras en autonomía que se esperan para los próximos cinco años y los cambios en la sociedad (cada vez más concienciada de dejar atrás el motor de explosión y que ya no ve el automóvil como un símbolo de estatus), los fabricantes de automóviles tendrán que cambiar su estrategia ya que estas novedades eliminan directamente la rentabilidad del coste de propiedad de los coches con motor diesel.
La industria sigue atada a los combustibles fósiles pero esto podría cambiar si realmente Alemania obliga a adquirir un vehículo de “cero emisiones” en los próximos años. Todos los usuarios deberían comprar un coche eléctrico o con célula de combustible de hidrógeno.
